Ir a tu primera clase de yoga puede generar algo de ansiedad. A veces es difícil saber qué esperar solo con ver un perfil de Instagram o la descripción de una clase. Además, los códigos de conducta pueden variar según el estudio y el estilo. Pero ... ¡Que no cunda el pánico! la siguiente lista te va proporcionar con los mejores tips & tricks para que puedas disfrutar como una yoguini experimentada.
Todos nos acercamos a la práctica con objetivos diferentes, algunos estamos buscando un espacio de quietud dentro de la vorágine del día, otros encontrar los límites de nuestra plasticidad y fuerza, es por ello que no hay una clase intorductoria ideal para todos. Si tenes una idea de qué estas buscando te invitamos a que visites nuestro post Estilos de Yoga que te va a ayudar a orientarte entre tanto nombre disponibles. Recorda también que cada clase cuenta con su descripción en la página del estudio.
Si no tenes idea y simplemente queres arrancar, te recomendamos que comiences con una clase tranqui del estilo de Hatha (Azul) o incluso un Vinyasa Suave (Rojo). Con nuestro mapa interactivo encontrar un estudio cerca de tu casa o trabajo que ofrezca lo que estas buscando.
Las calzas de yoga o leggings son un ícono del Siglo XXI y perfectas para tu clase. Si no te convencen, los pantalones sueltos o babuchas que se ajustan en los tobillos también son ideales; esto evita que se muevan durante la práctica. Al final, la elección de la ropa es muy personal: el largo, la tela (como polisap o algodón) y el agarre dependen de tu preferencia y muchas veces hay que probar diferentes artículos para ver cual resuena.
Si es tu primera clase procurá llegar 10 o 15 minutos antes y darte el tiempo necesario registrarte, ubicar tu mat en algún lugar que te sientas cómodo y relajarte. Esto también te dará tiempo para hablar con el instructor, que es nuestro siguiente consejo.
Es clave comunicar al instructor lo siguiente:
Muchos estudios ofrecen mats para alquilar o gratuitas si no contas con la tuya propia. Esta información se encuentra disponible en la páginas individuales de los estudios debajo de Salón, Reservas & Horarios. Si tenés la tuya, es ideal llevarla por higiene y comodidad.
También puede ser útil llevar una toalla pequeña y una botella de agua. La toalla es un excelente accesorio: no solo te sirve para limpiarte cualquier sudor molesto, sino que puede ser de ayuda para no resbalarte en la mat, y como soporte en algunas posturas si nuestra flexibilidad no se encuentra desarrollada o queremos profundizar alguna postura.
Respirá: La respiración es clave en el yoga y el guía de nuestra práctica. Este concepto que puede sonar un poco esotérico, se consolida cada vez que desenrollamos la mat. Durante la clase si te perdes concentrate en la respiración y desde ella volvé al cuerpo.
Observá y aprendé: En muchos estudios las posturas se dictan en Sánscrito - una lengua sagrada de la India y el idioma en el cúal se escribrieron los principales tratados de la disciplina. En otros se utilizan términos modernos que no siempre estan unificados a través de los estilos.
Por ejemplo Utkaṭāsana es una postura básica que aparece tanto en los Saludos al Sol (Surya Namaskar) como conector entre posturas de parado o secuencias asociadas a los Guerreros. En terminología moderna, se la conoce como “postura de la silla” o “postura poderosa”. Es normal no conocer de inmediato la terminología o todos los detalles de alineación y activación muscular. Aunque existen innumerables libros excelentes que describen miles de asanas, recuerda que tu cuerpo es tu mejor guía y maestro, siempre. Toma notas mentales a lo largo de la clase: preguntas sobre cómo la postura activa/relaja ciertos músculos, pequeños micro-ajusten que nos ayudan a profundizar el trabajo, correcciones del instructor, son todos senderos dentro del camino.
No hay relajación como la primera relajación final de una clase de yoga, Savāsana. Todos hemos caidos rendidos al sueño más de una vez ¡agradece de la quietud y el descanso luego de un trabajo bien realizado!